Training Course – Game Changer

El pasado 11 de junio, tres decididos miembros de AEGEE-Burgos cogían las maletas y ponían rumbo a la soleada costa búlgara. Tras dos vuelos, una noche en Sofía entre medias y un largo paseo en autobús, llegaron finalmente a Sunny Beach, a las orillas del mar Negro, donde tendría lugar el training course. Después de dar un paseo por el lugar, probar comida búlgara y descansar, el lunes 13 de junio, a las 9:30, nuestros 3 viajeros se reunieron con el resto de jóvenes que compartirían con ellos los días siguientes, cada uno de un país y cultura diferente: Polonia, Hungría, Turquía, Malta, Bulgaria, Grecia, Portugal, Italia y Eslovaquia.

Tras un día intenso lleno de gente nueva y actividades destinadas a conocerse unos a otros llegó la primera noche intercultural, en la que nuestros socios tuvieron la oportunidad de conocer un poquito más Turquía, descubrir Malta, aprender sobre Eslovaquia, probar comida polaca y bailar una típica danza húngara. Al día siguiente, precedida por una interesante sesión destinada a tratar los diferentes métodos de aprendizaje, les tocó el turno a los restantes países en la segunda noche intercultural: Bulgaria, Grecia, Italia, Portugal y España. Esta vez, los diferentes países se decantaron por presentar su tierra a través de divertidos kahoots, y después el resto de participantes pudo probar la comida típica de cada sitio. A modo de dato, la comida española se acabó rápido.

Durante esa semana, nuestros socios, aprendieron juegos educativos, pensados para potenciar el trabajo en equipo, la creatividad y la inclusión de personas con diferentes condiciones, combinando la práctica con la teoría. Para completar la formación, el viernes, durante el día libre, acudieron durante la mañana a una escuela local, donde los alumnos les recibieron con dulces típicos, y a través de la música y bailes tradicionales les acercaron un poquito más a la cultura búlgara. Después, los participantes tuvieron la oportunidad de enseñarles los juegos que ellos mismos habían creado y con los que todos se divirtieron mucho. Una vez acabada la visita al colegio, se dirigieron a Nessebar, para pasar la tarde en este bonito pueblo histórico a pocos kilómetros de Sunny Beach.

El sábado, después de una intensa y emocionante semana, tocó poner fin al curso, entregando los certificados de asistencia y finalizando con una fiesta todos juntos. Finalmente, tras un largo paseo en autobús, dos vuelos y una noche en Sofía de por medio, nuestros tres socios regresaron a casa, con nuevas experiencias, nuevas amistades y muchas ganas de repetir.

María Díez